La DGT aprobó a principios de año un nuevo reglamento sobre los VMP. Basado, básicamente, en lo aprobado años atrás por el consistorio barcelonés. Y dejando en manos de las ciudades la obligatoriedad, o no, de elevar el grado de seguridad con el tema del casco y demás elementos de protección. La capital catalana, a la vista de que aumentan los accidentes y también el número de usuarios, se acoge a lo máximo, es decir, sí a todo. Hasta la fecha, por cierto, el casco ya es obligatorio para los VMP que se usen para actividad económica y también para los de mayor tamaño.